viernes, 11 de enero de 2019

Presentación

Hola

Soy Sonia Rodríguez, mayormente conocida como Margarita Manso, mi seudónimo.

Durante toda mi vida he tenido que ser fuerte y ocultarme por el solo hecho de ser mujer y creo que este blog es un paso muy importante para cambiar esto. Junto con otras artistas he soportado insultos, vejaciones, maltratos y me he visto obligada a exiliarme de mi país y a ocultar mi identidad.

Mi propósito con este blog es dar a conocer mi vida que incluso mis propios hijos desconocen, y junto con la mía, la de OTRAS grandes artistas de la Generación del 27 que han quedado a la sombra de LOS miembros de esta Generación.

Ya va siendo hora de empezar a todas las personas por igual y no dar más importancia a unos que otros por el género.


jueves, 10 de enero de 2019

Mi segundo marido y exilio

Tras morir Alfonso Ponce de León, mi primer marido, el pánico se apoderó de mi y me exilié a Italia, al balneario de Salsomaggiore cerca de Parma, junto con mi hermana pequeña María Luisa, casada con el pintor Francisco Maura y que murió pocos años después. 

En 1938 volví a España y decidí instalarme en zona nacional, en la ciudad de Burgos, donde me acogió Dionisio Ridruejo, falangista, poeta e íntimo amigo de Alfonso y durante un tiempo mi jefe. Me encargué de diseñas e ilustrar los carteles y decorados de sus obras, y aunque conseguí un trabajo que me gustaba, me encontraba en una horrible depresión constante por todo lo perdido en la guerra, tanto mis seres queridos como mi libertad de expresión.

En 1940, muy animada por mi madre, me casé con el doctor Enrique Conde Gargollo, un médico de fuertes convicciones franquistas y responsable de la publicación de a obras completas de Jose Antonio Primo de Rivera.
Con Enrique nunca mantuve una relación cien por cien real puesto que le escondí mi personalidad, mis ideologías, mis vivencias, mi pasado.

Mi primer marido


En 1933 me casé con Alfonso Ponce de León que fue escenógrafo de La Barraca y pintor. Le conocí mientras estudiaba en la Academia de San Fernando y desde entonces empezó a retratarme convirtiéndome con el tiempo en su musa. Alfonso se afilió a la Falange Española y le secuestraron mientras paseábamos por Madrid el 16 de septiembre de 1936, a principios de la Guerra Civil. Este hecho supuso el final de mi lucha por la libertad y los derechos de las mujeres y además, el comienzo de la época más dura y triste de mi vida.



miércoles, 9 de enero de 2019

Lorca

Hoy, 18 de septiembre de 1936, hace un mes, que un grupo de falangistas fusilaron a mi buen amigo Federico García Lorca, con el que he compartido experiencias.Este me dedicó un poema en el Romancero Gitano llamado Muerto de amor.

¿Qué es aquello que reluce
por los altos corredores?
Cierra la puerta, hijo mío,
acaban de dar las once.
En mis ojos, sin querer,
relumbran cuatro faroles.
Será que la gente aquélla
estará fregando el cobre.

Ajo de agónica plata
la luna menguante, pone
cabelleras amarillas
a las amarillas torres.
La noche llama temblando
al cristal de los balcones,
perseguida por los mil
perros que no la conocen,
y un olor de vino y ámbar
viene de los corredores.

Brisas de caña mojada
y rumor de viejas voces,
resonaban por el arco
roto de la media noche.
Bueyes y rosas dormían.
Solo por los corredores
las cuatro luces clamaban
con el fulgor de San Jorge.
Tristes mujeres del valle
bajaban su sangre de hombre,
tranquila de flor cortada
y amarga de muslo joven.
Viejas mujeres del río
lloraban al pie del monte,
un minuto intransitable
de cabelleras y nombres.
Fachadas de cal, ponían
cuadrada y blanca la noche.

Serafines y gitanos
tocaban acordeones.
Madre, cuando yo me muera,
que se enteren los señores.
Pon telegramas azules
que vayan del Sur al Norte.
Siete gritos, siete sangres,
siete adormideras dobles,
quebraron opacas lunas
en los oscuros salones.

Lleno de manos cortadas
y coronitas de flores,
el mar de los juramentos
resonaba, no sé dónde.
Y el cielo daba portazos
al brusco rumor del bosque,
mientras clamaban las luces
en los altos corredores.


 

martes, 8 de enero de 2019

Miedo


Este es el aspecto de mi juventud cuando al menos podía luchar por la libertad y la igualdad para todas las mujeres. Ahora, apenas empezada la Guerra Civil, tengo que luchar en silencio para que el miedo no pueda cambiar ni mi ideología ni mi manera de transmitir el arte.