Nací el 24 de noviembre de 1908 en Valladolid. Años más tarde, mi familia y yo nos trasladamos a Madrid, porque mi madre consiguió trabajo como modista, y pronto ingresé en la Academia de San Fernando donde conocí a una gran amiga, Maruja Mallo. Me uní a un grupo de amigos formado por Maruja, Salvador (Dalí) y Federico (García Lorca) con los que fui un poco rebelde. A pesar de que han pasado casi 30 años aún recuerdo como Maruja y yo nos disfrazamos de hombre para poder visitar (con Salvador y Federico) el cenobio del monasterio de Santo Domingo de Silos.
Casi en los años 30, me casé con un pintor de vanguardia, Alfonso Ponce de León, del que fui musa y con el tiempo fui fortaleciendo mi amistad con artistas pertenecientes a la Generación del 27, en concreto con Federico. Mi nombre empezó a conocerse por el rumor de que era la amante de Federico, que me dedicó un romance llamado "Muerto de amor", en su increíble Romancero Gitano.
Después conocí a unas mujeres, y juntas, creamos el grupo de Las Sinsombrero. A él pertenecíamos artistas de todos los campos, pintoras, poetas, novelistas, ilustradoras, escultoras y pensadoras, y además de ser de las primeras mujeres artistas en conseguir éxito nacional, e incluso internacional, logramos cambiar por un tiempo las normas sociales y culturales de España.
En el 36, comenzó la guerra y con ella la etapa más dura de toda mi vida. Primero, los falangistas fusilaron a mi gran amigo, Federico García Lorca. Después, mi hermana, mi sobrino y mi madre se exiliaron a México. Y el 19 de septiembre de 1936, un grupo de radicales secuestran a mi marido, mientras los dos estábamos paseando por la Castellana, al que asesinaron dos día después. Días más tarde, matan, también a mi padre y con una crisis nerviosa me veo obligada a abandonar España y dirigirme a Italia.
En el 38, regreso a España y me instaló en la zona nacional de la ciudad de Burgos, acogida por el poeta, intelectual falangista e íntimo amigo de Alfonso Ponce de León, Dionisio Ridruejo.
En los años siguientes cargados de soledad y tristeza, me dedico a diseñar e ilustrar carteles y decorados para las obras teatrales de Ridruejo.
En los 40, animada por mi madre, me caso con el doctor Enrique Conde Gargollo, un médico de fuertes convicciones franquistas y responsable de la publicación de las obras de José Antonio Primo de Rivera. A partir de este momento, me convierto en una mujer devota y falangista y me escondo de mi pasado, de mis amistades con Dalí, Lorca y Mallo y me olvido de los sueños en los que me veía capaz de cambiar el mundo.
Hoy, el 18 de septiembre de 1960, con 51 años, la tristeza me arrebata las fuerzas para continuar luchando contra el cáncer de mama.
Que manera de manipular. Su marido lo asesinan unos "radicales" sin decir que eran comunistas. Nada que decir que su primer y segundo eran falangista, igual que ella. Quien mata a Federico, no son falangistas porque precisamente se refugiaba en casa del poeta falangista Luis Rosales. Su muerte fue por rencillas personales,debido a su obra La Casa de Bernarda Alba.
ResponderEliminarEn fin, un artículo perfectamente manipulado. Enhorabuena.
No sabemos quiénes mataron a su marido, Alfonso, ni a su padre, ni a dos de sus hermanos. Podrían ser tanto comunistas como anarquistas.
EliminarEn aquella época, ella no era falangista, de lo contrario, también la hubieran detenido y, posiblemente, asesinado.
Tampoco sabemos quién mató a Federico García Lorca, pero sí que el que mandaba el pelotón que lo arrestó en casa de los Rosales fue Ramón Ruiz Alonso.
Ciertamente, hay quien dice que su muerte se debió a rencillas entre parientes por las lindes de unas fincas y que él lo puso de manifiesto en esa obra de teatro.
Por cierto, la última foto no corresponde a Margarita Manso, sino a María Teresa León, esposa de Rafael Alberti.